La ministra del Interior del Reino Unido, Suella Braverman, ha planteado críticas contundentes contra el multiculturalismo, al considerarlo un enfoque erróneo que no ha logrado una integración efectiva de los extranjeros en sus nuevas naciones. Braverman argumenta que la inmigración sin regulación adecuada, la falta de una integración sólida y el énfasis en el multiculturalismo han creado una mezcla perjudicial para Europa. Esto ha resultado en la aparición de sociedades paralelas y amenazas a la seguridad. Además, cuestiona la relevancia de la Convención de las Naciones Unidas sobre Refugiados de 1951 en la era moderna, sugiriendo que el asilo debería basarse en riesgos concretos como la muerte, tortura, opresión o violencia, en lugar de factores como el género o la orientación sexual. Por otro lado, en Europa y Estados Unidos, se enfrentan a desafíos significativos relacionados con la migración, con un aumento de inmigrantes en diversas formas.
