En los últimos meses, la administración Biden pasó por alto las advertencias sobre un inminente aumento de inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, según revelan documentos internos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Las autoridades migratorias mexicanas habían notado un crecimiento en las detenciones en la frontera desde mayo, señalando un aumento inminente en los cruces fronterizos. A pesar de esto, el DHS no tomó medidas proactivas. En agosto, se alcanzó un récord de 232,972 encuentros con migrantes en la frontera, subrayando la falta de acción de la administración. Esto ha generado frustración tanto entre republicanos como demócratas, y ciudades fronterizas como El Paso y Eagle Pass enfrentan una crisis, mientras los cruces ilegales persisten a pesar del fin del Título 42.
