En las primeras seis horas del lunes, más de 1.500 migrantes cruzaron la frontera hacia Eagle Pass, Texas, forzando el cierre del centro de procesamiento de inmigrantes local. Actualmente, el refugio aloja a 3.000 personas, superando su capacidad prevista de 1.000. Con este rápido aumento de migrantes, las autoridades se ven obligadas a buscar soluciones al aire libre debido a la falta de capacidad. Una fuente local expresó su preocupación, afirmando que “este sistema no funciona”. Además, la liberación de muchos inmigrantes sin recursos financieros está generando inquietud entre la población local.