La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, encabezó una reunión de emergencia del gabinete italiano el lunes para abordar la creciente afluencia de inmigrantes ilegales en la isla de Lampedusa. Tras la llegada de 7.000 inmigrantes en un solo día, se anunciaron “medidas extraordinarias”. Estas medidas se enfocarán en aquellos que no califican para asilo y extenderán el período de detención hasta un máximo de 18 meses antes de su deportación. Además, se discutió la posibilidad de implementar un bloqueo naval en el norte de África para evitar que los traficantes de personas envíen embarcaciones a través del Mediterráneo. La visita de Meloni a Lampedusa contó con la presencia de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien enfatizó el control de la inmigración como prerrogativa de la Unión Europea, no de los traficantes. La inmigración sigue siendo un tema divisivo en la UE, especialmente con las elecciones al Parlamento Europeo en el horizonte.