El lunes, el sheriff del condado de Bernalillo, John Allen, dijo que su oficina no hará cumplir la orden de emergencia de la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham (D), de suspender temporalmente el derecho a portar armas de fuego en público en Albuquerque y sus alrededores. El sheriff Allen también pidió una sesión legislativa especial para abordar el asunto y dijo: “Es inconstitucional, por lo que no hay manera de que podamos hacer cumplir esa orden. Esta prohibición no hace nada para frenar la violencia armada”. También se comprometieron a no hacer cumplir la prohibición el fiscal de distrito del condado de Bernalillo, Sam Bregman, el alcalde de Albuquerque, Tim Keller, y el jefe de policía, Harold Medina. A las 24 horas de la prohibición de Grisham, un grupo de derechos de armas presentó una demanda federal solicitando una orden judicial inmediata para bloquear la entrada en vigor de la medida. El sheriff Allen dijo: “La prohibición temporal desafía los fundamentos de nuestra Constitución, pero lo más importante es que es inconstitucional. Mi juramento fue proteger la Constitución y eso es lo que haré”.
